viernes, 1 de junio de 2007

Exhibición pura




Una cosa es la descalificación sistemática y otra la crítica, lo sabemos. La crítica es un instrumento de poder, sí, pero la descalificación es una forma de ostentar un poder que no se tiene y que se pretende a través de lo fantasioso. Ergo: exhibición pura. ¿Acaso no es mejor la elegancia?, me pregunto. Pero para lograr la elegancia -me respondo-, y una buena crítica, hace falta más que talento en el penoso arte de la descalificación.


Es tan sencillo razonar un poquito, ¿no creen?


Cualquier semejanza con la realidad no es coincidencia.


¿Hace falta decir nombres?




(Lo anterior, elegancia pura. ¿Que no?)


P.D. Otra foto de regalo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Elegante, sí. E irrebatible. Pero a razón de eso yo quiero agregar otra: utilidad.
Ser audaz es serlo en el momento y lugar adecuados, no siempre y ante el mínimo pretexto. Más allá de asaltar el que se supone es el momento del otro para enfundarse en la botarga de protagonista, yo no veo qué provecho se busca a estas alturas y ante este auditorio. ¿Qué buscan ganar? ¿A quién intentan impresionar? ¿A ti, a mí? Por lo visto, ninguna versión más clara de la ingenuidad que la soberbia. O dime, al final, ¿no te dan ternura? ¿No te rompen el corazón?

Abrazo
JM

Unknown dijo...

A güevo, querido JM, me conmueven.

Tiernos muchchos los que intentan trepar por ese lado. Porque trepadores son, ya lo sabíamos.
Allá ellos
Acá nos.
Como decía Juan José Arreola: Seguro que habrán de perderse en el olvido de los hombres.

Un saludo