lunes, 20 de agosto de 2007

Retorno maléfico



Vuelvo. Una pausa larga.
Y regreso para no decir mucho. Tal vez me interesa más la imagen que antecede a estas breves líneas.
Y el miedo.
Peligrosas palabras. Les ando huyendo. Aprendí a temerles. Cuando uno porta ese temor se escribe poco y lento o se escribe mucho y rápido, sin detenerse a ver. Es decir, se emplea el parapeto o la velocidad. Regularmente yo me resguardo, no me muestro. Dejo a mi sombra expuesta, que la desgarren como a un frágil overol. Me desnudo a contraluz. Me cubro en las comas, me hundo en el punto final.
Sin duda, vuelvo para huir.

viernes, 20 de julio de 2007

De súbito, casi como un suspiro



Luego de una pausa, regreso. Escribir todos los días sería una tortura, por eso tardo en volver. De cualquier forma escribo estas líneas sin rumbo, aguardando que algo se presente en ellas, una gran idea, una nueva forma. Es difícil. Aunque si lo pensamos bien, los descubrimientos mayores se dan así, en el ocio de la escritura, en la verborrea por gula.

Aquí a veces llueve, otras sólo amenaza. Voy de un lado para otro. Leo. Me siento frente a una computadora con la intención de escribir una gran página. Me acuesto en un rincón y miro el techo de mi casa. Imagino que pronto un fantasma ha de habitarla. Por lo menos para que me den ganas de irme de una buena vez. Es decir, la vida permanece en su sitio, esperando segura los fúnebres ramos, la tierra húmeda o seca sobre sí, una lápida de letras.

De repente, como antaño, todo me sorprende otra vez. Salgo a la calle para la sorpresa.

De súbito, casi como un suspiro, el ostracismo.

Vuelvo a la caverna.

viernes, 29 de junio de 2007

Fundido a negro



Un fondo negro, como éste. Letras blancas, como éstas. Negro, siempre negro. Porque el negro ofrece la ilusión de profundidad, de desfiladero; el blanco, de muro. No hay soportes negros confiables. Todos, en algún momento, se abisman. El blanco -como el blanco de las hojas de los libros- es medianamente confiable, en todo caso se te vendrá encima, no hay idea de viaje, de caída. No sé hacia dónde voy. No quiero ir a ningún lado, no, ya no, pero me desplazo sin voluntad, como una sonda perdida en el negro profundo.
Por eso la noche mejor que el día.
Por eso mejores las historias nocturnas.
Por eso.

lunes, 25 de junio de 2007

Lo que vendrá



No sé por qué pero presiento que en esta ciudad pronto acontecerá algo. Algo terrible o estupendo, lo mismo da. ¿Acaso no lo notan? Se adivina en ciertas sombras fugaces durante las noches de lluvia, caminando. Creo advertirlo y experimento una combinación extraña en esos instantes: entusiasmo y terror. Ojalá algo pase y pase pronto. Llevamos prisa. La tragedia o lo maravilloso, dondequiera que nos encuentren, bienvenidos sean.
Sigamos buscando en las sombras que permite la lluvia, en los papeles borrados por la humedad de las banquetas. Ya viene. Quizás ahora, aquí, en el próximo minuto.
Lo terrible: seguro no nos daremos cuenta.
Lo fabuloso: seguro no nos daremos cuenta.

martes, 19 de junio de 2007

Mi vida perfecta





Qué se hace, qué se dice en los días en que no quiere decirse nada. Quizá lo más sencillo es quedarse callado, andar por ahí, dormir un rato, salir de circulación algún tiempo. Sencillo sería poder desconectarse, desconectar el mundo, que se detenga todo mientras nos reponemos. No es posible, nunca lo ha sido, no en mis días. Nada es perfecto en nuestra vida perfecta. Ojalá fuera fácil, común, decidir un suicidio como se elige un libro en la librería, la historia que queremos que nos cuenten (en este caso, la historia que nos relataremos: la última). Mi vida es como una larga fila de libros que ya no leeré. No importa los que no escribamos, a quién puede interesarle, ni a nosotros. Importa (no, no importa) lo que ya no vendrá.
Pero, bueno, la literatura va a desaparecer.
Es una promesa.
Retornemos a la fe.

domingo, 10 de junio de 2007

Noticia urgente: el mundo no ha cambiado



Niños nacen, asaltan casas. Ergo: nada ha cambiado, nada va a cambiar. Hacía tiempo que, a pesar de todo, nadie ni nada me lo recordaba. Es bueno desperezar la memoria y más con el auxilio de las tardes de lluvia que, indefectiblemente, nos remitirán a los días que en algo eran distintos. La noche siempre unánime, las calles húmedas: un motivo para volver a la vagancia.
Y la vagancia nos devuelve adonde nunca debimos entrar: la literatura.
Ni modo, aquí nos tocó.
Volvamos a las calles.
Salud por el nuevo sobrino.

miércoles, 6 de junio de 2007

Cura eficaz

Luego de la enfermedad, vuelvo. Una curiosa, dolorosa, pero efectiva receta me devuelve a escena. Absorber limón por la nariz. La cura. Se llora mucho, quizá demasiado.
Tomen nota.
¿El mundo no se detuvo?

viernes, 1 de junio de 2007

Exhibición pura




Una cosa es la descalificación sistemática y otra la crítica, lo sabemos. La crítica es un instrumento de poder, sí, pero la descalificación es una forma de ostentar un poder que no se tiene y que se pretende a través de lo fantasioso. Ergo: exhibición pura. ¿Acaso no es mejor la elegancia?, me pregunto. Pero para lograr la elegancia -me respondo-, y una buena crítica, hace falta más que talento en el penoso arte de la descalificación.


Es tan sencillo razonar un poquito, ¿no creen?


Cualquier semejanza con la realidad no es coincidencia.


¿Hace falta decir nombres?




(Lo anterior, elegancia pura. ¿Que no?)


P.D. Otra foto de regalo.

jueves, 31 de mayo de 2007

Derrumbe con nubes




Hoy otra vez para abajo, desbandada, derrumbe, desplome y otros etcéteras. El que se cae para arriba. Hoy es cuando uno no quisiera despedirse de la literatura (o quizá la literatura es la que se despide de nosotros). Porque -bien se lo aprendí a alguien- al final lo único que queda (que nos queda) es la literatura, inasible pero siempre a la mano.
Ni modo.
Ya qué.
Por último, un aviso:
Si esto intenta ser un diario, mejor que se retracte. Va a fracasar. Si esto se pretende un receptáculo de quejas, mejor que se retire hulmildemente (así como se cuenta hacen los caballeros). No voy hacia allá, no iré. No quiero, ya no quiero. No.

P.D. Perfecto día para la foto de las nubes. Toda suya.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Hola, vida sin sentido.com






Alfonso Nava y Juan Maya, siempre con grandes ideas para compartir, sugieren que esciba un blog paralelo a éste y que se llame hola,vidasinsentido.blogspot.com Lo pienso seriamente. Ojalá alguien me ayude a escribirlo. Seguro será un fracaso.
¿Algún valiente?
De regalo, una foto: cómo puede decirse un amanecer en la Juárez. Ja

martes, 29 de mayo de 2007

Bicicleta fantasma en el Zócalo



Ya que han vencido el temor de acceder a esta catacumba llamada adiosalaliteratura, supongo que no se sorprenderán de los fantasmas. Como según se cuenta -corren rumores en cada rincón del aire-, ya están entre nosotros (pero quién, qué). Los avistaremos en cualquier lugar sin previo aviso. Un humo o un vapor que se torna figura conocida. Los muertos caminando otra vez la calle.
En fin, ahora los dejo.
Afuera gritan mi nombre.

lunes, 28 de mayo de 2007

Escribir por última vez

Escribir un blog llamado adiósalaliteratura es, de antemano, una burla, autoescarnio puro. Intentaré, por lo menos, divertirme.
Alla voy.
Me doy la bienvenida.
Les doy la bienvenida.
Entren bajo su propio riesgo.