jueves, 10 de julio de 2008

Escribir, dejar de hacerlo

Como decía meses atrás aquí mismo: difícil escribir todos los días, tratar de escribir una página decente cada mañana. Admirable quien escribe diario como si fuese el desayuno. Todo es un proceso mental. Al menos así lo creo. Para otros, supongo, ese proceso en el que maduran las palabras y las frases es continuo. Para mí es fragmentado, la maduración es lenta. Claro, si me impongo un ritmo de escritura es seguro que lo cumpla. El resultado, empero, sera una auténtica trama de barbaridades. Necesitaría escapar del mundo para hacerlo. Porque el mundo me distrae de la escritura (afortunadamente). Necesitaría de una habitación cerrada, del mundo detenido, callado, lejos de la cabeza. Pero sin el mundo moviéndose difícil también la escritura, imposible un milagro secreto de factura borgesiana. La escritura requiere del tiempo que corre, de los segundos que se utilizan para escribir esta palabra. Ergo, escribir y dejar de hacerlo resultan una actitud semejante, un círculo vicioso en el que, una vez adentro, hay que perder toda esperanza.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Alejandro, entre a tu blog de casualidad, lo que más me gustó es oler algo de miedo a la letra, ¿qué puedes contar de eso? ¿a qué le temes en la escritura? saludos. Cris

Unknown dijo...

Querida o querido Cris, qué bueno que caíste por casualidad aquí.
Respondo: le temo al efecto de la escritura. Escribir en sí no es algo que debiera atemorizar a nadie. Todo se halla en la lectura. Cuando escribes no pasa nada, sucede cuando lees lo que escribiste. Allí todos deberían temer. Es un doble juego: secretamente sabes dónde falla tu texto o dónde acierta pero también puedes abandonar la autocrítica. El peligro de la escritura está en la corrección, en el efecto que producen sobre ti tus propias frases. A eso puedo temerle.
Recordemos a Fonseca: "no hay nada qué temer excepto las palabras".

Anónimo dijo...

Entonces no tengas un blog, y listo.

Unknown dijo...

El señor Soto tiene una respuesta radical que aplaudo desde cierta perspectiva. Aunque, lo he dicho en este mismo blog, lo que más tememos nos atrae. Entonces, uno escribe para leerse, para hallar quizá eso que nos aterra como lo encontramos en muchos otros que escriben y que nos mueven. Claro, señor Soto, la solución más obvia, más primigenia, casi instintiva, está en el abandono, en la desidia. Sin embargo, prefiero que se escriba sobre ese miedo o contra ese miedo a que se le soslaye. Usted dirá.
Saludos.

Anónimo dijo...

Alejandro, soy Cris en femenino. Me parece muy válida tu respuesta y además es muy valiente escribir a pesar del miedo, tal vez sea escribir porque "hay" miedo. A lo mejor no escribimos 'contra' o 'pesar de' ese miedo sino 'debido a'. Me gusta la idea. Hasta pronto y nunca renuncies a lo tuyo. Cariños, Cris

Unknown dijo...

Querida Cris, coincidimos en lo importante: se escribe porque existe ese miedo. Sin embargo, todo eso lo veo demasiado lejos de la valentía; no es una palabra que me guste vinculada a la literatura. Hay otra palabra que, a su vez, se vincula a la valentía, la estupidez. Así lo creo: se va a la escritura por estupidez auténtica, por conciencia o inconciencia plena. No hay salida posible. Y no es que idealice este oficio, al contrario; de un oficio deleznable (la escritura) resulta ocasionalmente un producto encomiable (la literatura). Y así nos va.

Gracias por leer y comentar

Anónimo dijo...

No hablo de abandono ni de decidia, hablo de que si te da miedo escribir y tu blog casi nno tiene entradas, pues no tengas un blog.

Si te pones a pensar en el miedo y en el peligro de la escritura, ya imagino si pensaras en el miedo de salir de tu casa, en el miedo a comer porque te atoras, en el miedo a bañarte por si te caes, uf, el miedo a tantas cosas.

Exageras tio, el efecto de la escritura no es problema tuyo, es del que lo vivo. Deja de exagerar y hacerte el importaqnte.

Anónimo dijo...

"del que lo vive" (no: del que lo vivo")

Unknown dijo...

Querido señor Soto, mi más devoto lector.
Agradezco que se tome un tiempo en esta polémica que ahora traspasa el terreno de las letras y se vuelve personal. Si mi blog casi no tiene entradas es por desidia (que no por "decidia"), por elección. Su posición es reduccionista: "si te da miedo escribir y tu blog casi no tiene entradas, pues no tengas un blog". Parece un silogismo de primer grado. Siento que debería elaborar todo un discurso que repase la historia de la literatura y su reflexión para decir de dónde provienen mis asertos, que tampoco son nuevos, pero advierto que usted pensará que exagero. Si bien hablo del miedo a la escritura o a su efecto, escribiéndolo, es una forma de jugar con esas ideas. Por otra parte, si quien escribe no está consciente, al menos de cierta parte, de los efectos de sus palabras, peca de ingenuo. La parte del miedo -que puede ser cuestionable- viene de los efectos que no se alcanzan a prever (y su respuesta, señor Soto, es un ejemplo clarísimo; dígame si no). Es todo.

Saludos

P.D. Podríamos hacer una excelente mancuerna cómica: usted el Inconforme y yo el Engreído

Anónimo dijo...

Hola soy una glfilla de la Juárez, pues entré de casualidad y leí lo que pude, es que la verdad no sé leer muy bien, pero las fotitos me encantaron! Me gustan los dibujos, la mera verdad no entiendo mucho de letras, pero dígale al Soto ese que seguro también hubo un error ortográfico al escribir su epellido, seguro no es Soto sino "Joto". Y a la chula de Cris mándele un conilingus de mi parte, esa chica se ve que sí folla. Respecto a usté, siga subiendo fotitos que están de lujo, y por el amor de Dios, ya no tenga el cabello tan largo, luego dicen por ahí las otras muchachas que parece metaleroo. Sin más por el momento, me despido.

Serían 50 pesos.

Alejandro dijo...

Dejar de escribir sería sin duda la mejor opción para cualquiera. Pero no es fácil, por demás es casi imposible una vez que se ha entrado.

Fue una grata sorpresa haberme encontrado con tu blog -y por un azar extraño. Luego, veo que se trata (perdón por etiquetar o definir) sobre tu enfrentamiento-búsqueda-encuentro con la literatura. Y que (perdón por la compración) de alguna forma te planteas las mismas cuestiones que me he hecho durante algunos años, y que de seguro miles de personas también se habrán hecho. En fin, no espero dar una respuesta en sí, y sólo escribo aquí por la misma extraña razón que sigo escribiendo o que tú también sigues escribiendo (aunque bueno, esa última entrada me hace sospechar que tal vez te hayas decidido por desertar).

viequini dijo...

a mi me gustaría seguir leyéndote, me dió mucho placer hacerlo, lástima que hace un año ya que no publicás, ojalá vuelvas. un abrazo..
♫♪♫