sábado, 1 de agosto de 2009

Desde fuera


Recorrer las avenidas de siempre, encontrarse con una tarde luminosa y una hilera de charcos, y la demasiada luz que forma paredes con el polvo, retornan a cualquiera a las páginas impresas. No hay remedio. Se abandona la literatura pero no la nostalgia de ese túnel. Se vuelve de a poco, casi como una enfermedad que renace.